Desaparecidos por mucho tiempo nos encontrábamos, eran demasiadas cosas por hacer en tan poco tiempo pero aquí estamos de regreso. Estos últimos días nos hemos podido relajar un poco mas, también han llegado dos estudiantes nuevos con los que hemos formado buenos lazos, son Sonia y Daniel, los dos son chilaquiles y vienen a terminar su maestría.
Con ellos fuimos a Gronau, la siguiente ciudad en Alemania, justo cruzando la frontera. Aunque en esta ocasión todo se encontraba abierto y no solo pudimos disfrutar de los helados, también de una rica y helada cerveza de barril, especial para un día soleado como el sábado.
En esta ocasión, si visitamos el parque interactivo que esta en el centro de la ciudad, ahí hicimos gala de nuestras habilidades y destrezas que un niño de 9 años haría al subirse a los juegos de habilidad física cruzando grandes extensiones sobre una cuerda suspendida en el aire, cruzar una telanara artificial y llegar finalmente a una red coronada como meta del desafió. Finalmente, porque no, recordar uno de los pasajes mas emotivos de la niñez, tirarse de la "resbaladilla" o "rasca poto".
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